QUIEN SOY

Quién soy y por qué invierto

¡Hola! Soy Carlos Troya 👋

Tengo 27 años, vivo en Barcelona y empecé a invertir en 2024. Mi objetivo es simple: darle estabilidad a mi familia y, con el tiempo, más libertad financiera. No busco atajos ni promesas irreales; quiero construir algo sólido, paso a paso.

Mi camino hacia la inversión

Nací en Ecuador y vine a España con 10 años. Estudié hasta el bachillerato, pero consideré que era más importante empezar a generar dinero cuanto antes que seguir estudiando otros cinco años o más, porque una carrera universitaria por sí sola no me aseguraría un buen trabajo. En España, lo que a menudo marca la diferencia son los contactos y los “enchufes”, y al no tener esos beneficios, decidí trabajar desde joven.

Soy una persona que ha comenzado de cero: sin herencias y sin educación financiera. Algunos podrían decir que al menos tuve una educación “básica”, pero para mí, la educación recibida fue totalmente teórica y poco práctica; lo útil que sé lo he aprendido a base de curiosidad, lógica y razonamiento crítico.

Empecé a trabajar desde los 18 años. Desde el principio, no quería depender de un sueldo hasta los 70, así que empecé a investigar cómo podía acelerar mi camino hacia la independencia financiera. Esa investigación me llevó a la bolsa y a explorar otros tipos de inversión.

Empecé por lo “clásico”: compré mi primer inmueble a los 24. No fue de la noche a la mañana —ahorré trabajando varios años— y en su momento me pareció la opción más segura. Pero al seguir a algunos youtubers de inmobiliaria descubrí que muchos no sólo tenían ladrillo: también mostraban carteras con bolsa, criptos y otros activos. Eso despertó mi curiosidad y me llevó a probar cosas nuevas.

Mi primera operación fuera del mundo inmobiliario fue en Bitcoin y, por pura suerte, gané más de 800 €. Me engañé a mí mismo creyendo que invertir era fácil y sin riesgo. Probé cuentas remuneradas, bonos, crowdlending, bolsa, criptos… y terminé perdiendo dinero porque no conocía las bases. Esa experiencia me obligó a formarme en serio.

Lecciones de los ‘vende humo’

En mi camino me encontré con muchos “gurús” que prometen riqueza rápida mediante análisis técnico y cursos caros. Pero haciendo una búsqueda rápida sobre los mejores inversores del mundo, verás que no hacen esas parafernalias. No necesitas un don para invertir; puedes invertir en el talento de los demás mediante empresas de calidad.

De todo lo aprendido saqué una idea clara: diversificar por diversificar no tiene sentido. La diversificación sin criterio es señal de desconocimiento. Si sabes lo que haces, inviertes donde está la tendencia y la calidad: las grandes tecnológicas/IA, empresas de calidad, oro, Bitcoin y Ethereum. Por ejemplo, no me convence que el S&P 500 “promedie” empresas mediocres con las excelentes —eso diluye resultados.

Qué es la bolsa y por qué invertir

La bolsa nació para financiar proyectos muy grandes: un emprendedor con una idea recibía el dinero de inversores para llevarla a cabo, y a cambio, estos esperaban un beneficio. Básicamente, la bolsa permite invertir en talento y en crecimiento real.

A largo plazo, el mundo siempre tiende a mejorar, y por eso, históricamente, la bolsa sube. Esta es la base de mi estrategia: mirar más allá de lo inmediato y enfocarme en tendencias de futuro que generen valor sostenible

Cómo invierto hoy

Aunque mi foco esté en lo que creo que generará valor a largo plazo, también mantengo una parte de mi capital en activos más conservadores o menos volátiles, como crowdlending y crowdfunding inmobiliario. No son lo más rentable, pero me dan calma en el día a día.

En este espacio seré totalmente transparente: contaré qué hago, por qué lo hago y qué funciona o no. A lo largo del blog también encontrarás explicaciones sobre los diferentes tipos de activos en los que invierto, donde comparto mi experiencia y los resultados reales que voy obteniendo, para que puedas aprender de mis aciertos y errores.

📌 Aviso: no soy asesor financiero; esto es mi experiencia personal. 

Mi filosofía de vida y de inversión

Cómo vivo influye mucho en cómo invierto. Estas son algunas ideas que aplico cada día:
  • Mejor hecho que perfecto: prefiero avanzar aunque no todo esté controlado que quedarme esperando la perfección.
  • 80/20: unas pocas cosas generan la mayoría de los resultados. Me concentro en lo que realmente importa.
  • Lo breve, si bueno, dos veces bueno: simplificar lo complejo hace todo más claro y fácil de gestionar.
  • Vía Negativa: muchas veces no hay que añadir, sino quitar lo que sobra. En la vida y en la inversión, menos puede ser más.
  • Win-Win: me gusta que mis decisiones aporten valor a todos, no solo a mí.
  • Ley de Parkinson: el trabajo y el dinero tienden a ocupar todo el espacio disponible. Mantener margen evita estrés y errores.
Estas ideas me ayudan a mantener los pies en la tierra, invertir con sentido y no dejarme llevar por modas o promesas rápidas.

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